Synopsis Cinco hombres se reúnen para cenar en un restaurante en Washington, D.C. el 25 de julio de 1991, para charlar y conocerse mejor, antes de la tercera histórica Conferencia de los Muertos. La conferencia dará comienzo más tarde, esa noche, en el Centro de Convenciones de Washington. El tema de la conferencia es El Nuevo Orden Mundial, o mejor dicho, los Estados Unidos de Norteamérica y lo que tienen reservado para el resto del mundo.
El anfitrión de la cena es su organizador, John McCrae, el autor de “En los campos de Flanders”, un doctor de origen canadiense, que murió en un hospital de oficiales en Francia de 1918, con el espíritu quebrantado por la carnicería de la Primera Guerra Mundial. McCrae, subsecuentemente, inició la primera Conferencia de los Muertos, para que estos pudieran “discutir el futuro y lo que su muerte significó.” La segunda conferencia, sostenida en 1950, se concentró en Stalin y las consecuencias de su poder. Y, ahora, la tercera conferencia disparada por la Guerra del Golfo.
El que primero se encuentra con McCrae es Salvador Allende, presidente de Chile, entre 1970 y 1973, a quien dispararon a muerte durante un golpe de estado militar respaldado por el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica. Después hacen su aparición Jan Masaryk y Mohamed Mossadegh. Masaryk, ministro del exterior de Checoslovakia, arrojado a su muerte por una ventana por agentes comunistas en 1948, mientras el Partido comunista ganaba poder en ese país. Mossadegh, primer ministro de Irán en los albores de los años 50, fue expulsado de su puesto en un golpe ingeniado por la CIA. Mossadegh es el orador central de la Conferencia.
Los cuatro ordenan tragos, bromean y se sientan a comer. ¿Por qué están aquí? McCrae divulga la razón de la Conferencia: Cómo la Guerra del Golfo y la matanza de los iraquíes han traído a la memoria la Primera Guerra Mundial y sus horrores. Allende, Masaryk y Mossadegh comparten algo de sus propias historias para revelarse a sí mismos como gente excepcional, cada uno con una fascinante vida llena de pasión y determinación. McCrae responsabiliza a Estados Unidos, directa e indirectamente, por los millones de muertes, de torturas y las inconfesables atrocidades cometidas.
Llega tarde, Jacobo Arbenz, presidente de Guatemala de 1951 a 1954. Quien, como Mossadegh, fue expulsado por un golpe militar organizado por la CIA. El ánimo de la conversación va en incremento. Una tormenta emocional, ira y desesperación, gracia, la exploración de las cosas del pasado, la excitación y el antagonismo de las ideas y su debate...las palabras y los sentimientos van cayendo. Un descubrimiento tras otro lleva al siguiente. Las ironías, los chistes y los absurdos se amontonan. El público cae inmerso en una profunda sensación de tragedia y desilusión.
Esto es lo que sucede entre los muertos. Es así como un país grande juega con los paises pequeños y su gente. ¿Qué es lo que los vivos harán al respecto?
Traducción del inglés de Zaide Silvia Gutiérrez |